CRECEMOS CON LA EXPERIENCIAS DE OTROS

DIA 22

Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado”. Filipenses 3:17, (NVI)

Todos necesitamos modelos que nos ayuden a madurar.

Mucha gente comete el error de pensar que todo lo que necesitan para crecer espiritualmente es la Palabra de Dios y la Oración. Pero la verdad es que necesitamos también de otras personas que nos ayuden  a crecer. El carácter de Cristo está constituido a través de relaciones, no a través del aislamiento. Hay muchas cosas que Dios quiere que aprendas acerca de la vida que tú nunca aprenderás solo. Sólo aprenderás estas cosas en comunidad.

Crecemos más sólida y rápidamente cuando estamos en contacto con ejemplos de carne y hueso que nos enseñan cómo es una vida guiada por propósitos. Más que explicaciones; necesitamos ejemplos. Pablo se dió cuenta que el ejemplo tiene poder cuando aconseja, “Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado”. (Filipenses 3:17, NVI). Para crecer necesitamos observar cómo funcionan los principios en la práctica. Necesitamos ver a qué se parecen las creencias cuando son traducidas al comportamiento en situaciones del día a día.

Cuando Pablo viajó a una ciudad para fundar una iglesia, él comenzó su trabajo, simplemente, viviendo entre la gente. El fue una “Biblia viviente”, reflejando la vida de Jesús en quien: “el verbo se hizo hombre y hábito entre nosotros”. (Juan 1:14, NVI). Mientras Pablo convivía con la gente vivió la verdad de la Palabra en su propia carne.

Después de dejar la ciudad escribió: “Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes”. (Filipenses 4:9, NVI).

¿Quiénes son tus modelos para seguir a Jesús? ¿A quién estás observando y de quién estás aprendiendo? Aquí hay una pegunta mas difícil ¿Eres ejemplo para alguien más? Algunos dicen: tus actos gritan tanto que no permiten escuchar tus palabras. Como creyente, muchas veces, somos mejores “hablando” que “actuando”.

Hoy en día, el mundo necesita desesperadamente gente que les pueda mostrar cómo amar a su esposa y hacer un matrimonio duradero, cómo relacionarse con sus hijos, cómo hacer negocios con integridad, cómo manejar conflictos de la forma que Jesús lo haría. Estas son lecciones que aprendemos observando a otros.

No  sólo  necesitamos  modelos  para  crecer,  también mentores.  Los  mentores  son  personas quienes han seguido a Cristo mucho más tiempo que nosotros y son capaces de compartir sus lecciones de vida con los demás. Habrás escuchado que es sabio aprender de la experiencia, pero más sabio  es aprender  de la  experiencia  de otros.  ¡La vida es demasiado corta para aprender todo por la experiencia! Y algunas experiencias dolorosas pueden ser evitadas si eres lo suficientemente listo para aprender de los modelos de tu familia de la Iglesia. Pregúntate a ti mismo esto: ¿Cuál ha sido la más grande influencia positiva en mi vida? Para muchos probablemente no fue un sermón o un seminario, o quizás una lección de la Academia Bíblica. Fue alguien quién formo tu vida a través de una relación personal.

¿Puedes ver la sabiduría de Dios al crear la iglesia, una familia llena de modelos y mentores para nuestro beneficio? Esto es el por qué debemos estar unidos a un grupo pequeño, porque es crucial para tu crecimiento espiritual. Es una oportunidad para aprender  unos de otros.

Dedica unos momentos hoy para hacer esto. Anota los nombres de las personas de tu iglesia y de tu grupo pequeño de las que te gustaría aprender. Luego identifica específicamente, que te gustaría aprender de ellos. Ellos no tienen que ser perfectos para ser mentores. Si la perfección fuese un requerimiento nadie a parte de Jesús, podría ayudarnos.

Para crecer espiritualmente, debes estar dispuesto a ser un modelo o un mentor para otros. Esto puede  atemorizarte,  pero sólo  requiere que estés  a un  paso  de la  persona que estás mentoreando. La gente no espera que seas perfecto, ellos ya saben que no lo eres. Lo que ellos quieren es que seas honesto. Así que permite que ellos vean tus luchas, no sólo tus triunfos. Generalmente  crecemos  más  a través  de las  debilidades  de otros,  como  a  través  de sus fortalezas.

PARA MEDITAR

Todos necesitamos modelos que nos ayuden a madurar.

VERSÍCULO PARA RECORDAR

“Imítenme a mi, como yo imito a Cristo”. 1 Corintios 11:1 (NVI)

PREGUNTA PARA CONSIDERAR

¿A quiénes imitaré como modelos y mentores para mi crecimiento espiritual? ¿Para quién deseo ser un ejemplo?

 

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