La Inquietud de un niño

Sábado 2 de Dic. de 2017
Salmo 78:1-8
Y los que se levantaran que cuenten [la ley de Dios] a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza. -Salmo 78:6-7

En la Escocia del siglo XIX, una joven madre observaba la naturaleza inquieta de su hijo de tres años de edad. Parecía tener curiosidad por todo lo que se movía o hacia ruido. James Clerk Maxwell llevo consigo la inquietud de su niñez hacia una extraordinaria carrera científica. Prosiguió hacia un trabajo pionero en la electricidad y el magnetismo. Años más tarde, Albert Einstein diría que la obra de Maxwell fue «la más fructífera experimentada por la física desde la época de Newton».

Desde los primeros años de su niñez, la religión toco todos los aspectos de la vida de Maxwell. En su calidad de cristiano comprometido, el oraba: «Ensénanos a estudiar la obra de Tus manos …. y fortalecer nuestra razón para servirte». La vida espiritual y la curiosidad que Maxwell cultivo desde su juventud dieron como resultado toda una vida de uso de la ciencia al servicio del Creador,

La comunidad de fe siempre ha tenido la responsabilidad de alimentar el talento de la generación más joven y orientar la vida de sus integrantes hacia el Señor: «Y los que se levantaran que cuenten [la ley de Dios] a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza» (Salmo 78:6-7).

Oremos: Te doy gracias mi Dios por todos los niños de nuestra iglesia y te pido por sus vidas y las de sus padres, ahora que nosotros somos abuelos permítenos guiar con nuestra experiencia a nuestros hermanos jóvenes que tienen la gran responsabilidad de motivar a sus hijos a encontrarte desde muy temprano en sus vidas como lo pudimos hacer con los nuestro Angélica y yo. Te pido que como iglesia sigamos impulsando el ministerio de nuestros hijos Cristian y Leyden que ensenan a los niños a tocar sus instrumentos de música para ser usados por Dios en la adoración y la alabanza, en el nombre de Jesús. Amen

PARA REFLEXIONAR: Encontrar maneras de estimular en los niños el amor por aprender al mismo tiempo que se les cimienta en la fe es una inversión importante en el futuro. Recuerda que nosotros los padres y los que no son padres pero son adultos le damos forma al mundo del mañana por medio de lo que les enseñamos a nuestros hijos hoy.

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