DIA 31
“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común”.Hechos 2:44 (NVI)
Tienes más para compartir de lo que te imaginas.
La iglesia primitiva entendió esto; sus vidas están descritas en Hechos 2:44. “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común”. Si alguien en la congregación tenía una necesidad, todos trabajaban juntos para resolverlo. Por eso algunos creyentes guiados por el Espíritu vendieron sus posesiones y dieron el dinero a aquellos en necesidad. (Hechos 4:34-35).
Esto no es comunismo; es comunidad. Esto significa admitir que retener más de lo que necesitamos, “no es correcto”. 2 Reyes 7:8-9 (NVI) sino que: “Cada uno de ustedes ha recibido de Dios alguna capacidad especial. Úsenla bien en el servicio de los demás” (1 Pedro 4:10, TLA). Todo lo que tenemos es “bueno y perfecto” (Santiago 1:17, NVI) y procede de nuestro Padre Celestial, “que nos ha bendecido en las regiones celestiales en toda bendición espiritual en Cristo” (Efesios 1:3, NVI). Damos generosamente porque Dios dió generosamente.
Puedes no tener mucho dinero para dar, pero puedes dar de tu tiempo y talentos; esto es lo mejor de ser generosos. Pero también puedes ser generoso con la abundancia de tus posesiones. Donando por ejemplo: Ropa de bebé almacenada en un armario. Una computadora antigua. Una de las dos tostadoras que te obsequiaron en tu boda.
Imagina cuánto podrías bendecir a otros si simplemente limpiarías tus roperos y regalaras de lo que te abunda, regalando las cosas que ya no utilizas a personas que sí lo harán. Al obsequiar estos artículos, modelas un amor incondicional por darlos sin restricciones.
Pero aquí hay un punto importante: ¡No tienes que regalar algo para compartirlo! Tú puedes ser rico en el sentido en que tienes un montón de cosas que puedes prestar a otros. Cualquiera puede ofrecerse para compartir cosas como: Tus herramientas caseras. Libros, revistas. Una habitación vacía de tu casa.
Cuando no compartimos, impedimos que la comunidad de creyentes experimente las grandes bendiciones de Dios, y nos convertimos en pobres mayordomos de todo lo que Dios nos ha dado. Significa que algunos dones de Dios no están siendo utilizados tan ampliamente como debiera ser. Sobre todo, nos privamos a nosotros mismos del gozo de vivir generosamente entre hermanos cristianos.
Este otra razón que debemos aprender para ser generosos unos y otros: Al ser generosos con el mundo nuestra fe se fortalece. Casi tres mil millones de personas, aproximadamente la mitad del mundo, vive con menos de dos dólares al día. Tu grupo pequeño puede cambiar la forma de vida de comunidades necesitadas, practicando juntos la generosidad. Las cosas que prestas a otros creyentes o la ropa de bebé que pasas a otra familia, y otras actividades más, podrían ayudar a gente que no tiene recursos que cubran sus necesidades.
Mientras que aprendemos a practicar juntos la generosidad, aquí hay algunas características para desarrollar:
Recuerda que todo pertenece a Dios. Nuestra cosecha viene de Dios, incluso las semillas para recoger la cosecha. “Dios da la semilla que siembra y el pan que nos alimenta, y también les dará a ustedes todo lo necesario y hará que cada vez tengan más y más, para que puedan ayudar a otros”. (2 Corintios 9:10, TLA).
Dar de corazón alegre. Dios no quiere tus posesiones, Él quiere tu corazón (Mateo 6:21).
¿Qué te motiva dar? Pablo escribió, “Dios ama al que da con alegría”. 2 Corintios 9:7b (NVI).
Nunca des bajo presión. Dios quiere que “tomes una determinación de lo que darás”. “ No tenemos que dar con tristeza ni por obligación”. 2 Corintios 9:7 (TLA). Si te sientes presionado para dar, no lo hagas. Dios quiere que consideres cuidadosamente tu generosidad, y entonces darás voluntariamente. Sé sensible a lo que destinen los miembros de tu grupo pequeño, a lo que Dios pondrá en sus corazones para que den y compartan.
Realmente tienes más para compartir de lo te imaginas. La Biblia promete: “El que es generoso, progresa; el que siembra, también cosecha” Proverbios 11:25 (TLA). Aprende a vivir generosamente. Finalmente, serás más rico a causa de eso.
PARA MEDITAR
Tienes más para compartir de lo que te imaginas.
VERSÍCULO PARA RECORDAR
“Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo.
No tenemos que dar con tristeza, no por obligación.
¡Dios ama al que da con alegría!” 2 Corintios 9:7 (TLA)
PREGUNTA PARA CONSIDERAR
¿Qué tan apegado estas a tus posesiones?
¿Las posees tú o ellas te poseen a ti? Tema: Fuimos llamados a servir juntos