Tomando su carga

Tomando su carga

Ustedes, maridos, igualmente, convivan de manera comprensiva con sus mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer.

1 Pedro 3:7

Cada otoño, un centro de esquí en Maine organiza un evento muy poco conocido en el resto del mundo: El Campeonato Norteamericano de Cargar a al Esposa. Para competir, los esposos cargan a sus esposas por un recorrido de 254 metros a través de cerros, incluyendo una poza de 6 metros y 2 vallas de troncos. Pueden cargar a su esposa de cualquier forma que les acomode— “a caballito,” sobre los hombros o, el popular “método estonio”, con la esposa de cabeza sobre su espalada, con sus piernas alrededor del cuello del esposo, y los brazos alrededor de su cintura. La única regla obligatoria es que ella no toque el suelo.

Entre los competidores a veces hay ex-competidores olímpicos, mientras que otros probablemente sólo van para obtener el primer premio: el peso de la esposa en cerveza, más cinco veces el peso de ella en efectivo y un certificado de mil dólares para viajar al Campeonato Mundial de Cargar a la Esposa en Finlandia. (Hablo en serio.)

Por cierto, este evento suena poco refinado y bastante primitivo. Pero no hay nada arcaico en que una esposa necesite que su esposo la cargue de vez en cuando—ser su fortaleza durante un tramo de circunstancias difíciles, prevalecer con ella en oración, y ser los hombros anchos que la sostienen cuando la vida se vuelve pesada.

Sí, yo he “dejado caer” a Bárbara algunas veces a través de los años. Pero he tenido el privilegio de llevar sus cargas en mis hombros en situaciones de vida o muerte, la rebelión de un adolescente y docenas de aquellos problemas parentales fastidiosos que pueden desgastar a una mamá. Tenemos nuestra propia carrera que correr y es un honor cargarla.

Esposos, estén ahí para su esposa. Escúchenla, cuídenla y, si es necesario, cárguenla.

Y, esposas, no traten de hacerlo todo solas. Apóyate en tu esposo. Permite que él te ayude. Dios le dará la fuerza. Necesitamos estar ahí el uno para el otro.

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