ALCANZANDOLOS CON ACEPTACIÓN

DIA 11

“Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios” Romanos 15:7

Debemos aceptar a otros de la misma manera en que Jesús nos aceptó.

Jesús nos ama incluso cuando le hemos fallado “ cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8) El nos acepta entre sus criaturas amadas (Efesios 1:6) a pesar de nuestras vidas sucias, los motivos impuros, y las actitudes irritantes. Su aceptación por nosotros no excusa ningún pecado; más bien reconoce que somos el arte de Dios, cada uno de nosotros es una criatura única formada por Dios y creada para un propósito especifico (Efesios 2:10).

Una de las maneras en que nos amamos unos a otros es aceptándonos tal como Cristo nos acepta. Esto trae gloria a Dios. Jesús lo hizo; ahora, ¿tú lo haces, también? “acéptense mutuamente, así como Cristo los acepto a ustedes.” (Romanos 15:7).

Pero nuestra aceptación de otros también incluye a los no creyentes (Lucas 9:7), conociendo que, mientras aún son pecadores, Cristo murió por ellos. “¿Acaso me toca a mí juzgar a los de afuera? (1Corintios 5:12). Esto no significa que perdonamos los pecados. Generalmente nuestro rechazo por los que están fuera de la iglesia se basa en miedos o prejuicios en el sentido de que la gente tiene que ser como nosotros antes de que puedan ser parte de nosotros.

Jesús no tuvo miedo de ser amigo de los no creyentes (Lucas 19:7). El miraba mas allá del pecado en sus vidas para ver cómo quiso Dios que fueran al crearlo. El entendió que aceptar a la gente no es lo mismo que aceptar sus pecados. Como dice el viejo dicho “Dios ama al pecador, pero  aborrece el pecado”. Uno de los mejores ejemplos de esto en la vida de Jesús, está en la historia de Zaqueo, donde Jesús encontró al odiado recaudador de impuestos trepándose en un árbol (Lucas 19:1-10). En ese encuentro aprendemos las características de la a aceptación de Cristo.

Primero:  No  importa dónde tú  estas,  Jesús  te encontrará allí.  Debemos  aceptar  a  los  no creyentes a pesar de las circunstancias de sus vidas, mirarlos como Jesús lo hizo, con ojos de amor. Jesús sabe todo lo que ellos han hecho alguna vez, todo lo que ellos han dicho alguna vez, todo lo que ellos han pensado, y aun así Él todavía los ama y los acepta. ¡Nosotros debiéramos hacer lo mismo!

Una de las expresiones más profundas del amor es la atención. Demostramos amor de Dios a los no creyentes cuando pasamos tiempo con ellos. El tiempo es un regalo precioso a cualquier persona, porque es algo que nunca puede ser reemplazado. Hay personas alrededor de nosotros que están muriendo por no ser atendidos, muriendo para que alguien les dé el regalo de un tiempo con ellos. Necesitan saber que le importan a Dios, y que Él los ha creado con un propósito y para su propósito.

Segundo: No importa cómo otros te llamen, Jesús sabe tu nombre. Mientras todos los demás califican a Zaqueo como un pecador, Jesús lo llamó por su nombre y extendió la mano para él en amistad cambiado el corazón de Zaqueo. Jesús quiere que nosotros hagamos lo mismo. El quiere que nosotros alcancemos a los perdidos con su amor y su aceptación. El quiere que nosotros miremos a los demás como Él los ve y para incluirlos dentro de los propósitos de su reino con amor y amistad genuinos.

Tercero: No importa lo que has hecho, Jesús no te rechazará. La buena conducta nunca ha sido un pre-requisito para la amistad con Jesús. El ama y acepta a las personas, a pesar de lo que han hecho. Él está más interesado en cambiarlos que en condenarlos.

Si Zaqueo era como el resto de nosotros, probablemente pensó que no era lo suficientemente bueno par invitar a Jesús a su hogar, pero la realidad es que Jesús lo ha visto todo. No importa lo que has hecho, Jesús aun te dice “Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo” (Juan 6:37). Jesús tiene no solamente un plan y un propósito para tu vida, Él también tiene un plan y un propósito para los que todavía no creen en Él. Esto es porque Él quiere que alcancemos a otros y que le demos la bienvenida a la familia de Dios.

PARA MEDITAR

Dios quiere que aceptes a otros así como Jesús te aceptó

VERSÍCULO  PARA RECORDAR

“Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios” Romanos 15:7

PREGUNTA PARA CONSIDERAR

¿Quién es la ultima persona en tu vida que esperarías que se convierta en un cristiano?

¿Cómo puede tu aceptación hacia ellos contribuir como un puente hacia Cristo?

Tema: Estamos comisionados a alcanzar juntos a otros

 

Loading

Deja un comentario