Conectando a mi Familia – DIA 2

Día 2        “El Amor es paciente”

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.” Efesios 6:4

Cuando amas de verdad a alguien, dos atributos clave se verán en forma habitual: paciencia y bondad. Es más, muchas otras características del amor se apoyan en estos dos atributos. La paciencia es la manera en que el amor diluye algo negativo; la bondad es su forma de iniciar algo positivo. Una respira hondo, la otra exhala vida. Como ya sabes, para criar hijos hace falta un suministro ilimitado de ambas cosas. Pero hoy, nos concentraremos en la primera de estas dos cualidades esenciales “La Paciencia”. La paciencia se ve cuando el amor decide sacrificarse constantemente por el bien de otra persona. Como el agricultor que sabe que los campos producen fruto si él está dispuesto a soportar el calor del sol. O como el constructor sabio que pasa horas trabajando arduamente con los planos, negociando y supervisando el avance de la obra. Tanto el agricultor como el constructor deben persistir y sobreponerse a las circunstancias adversas que aparezcan en el camino. Todos los días deben invertir tiempo y esfuerzo hasta poder celebrar la amplia cosecha o la inauguración. De esta misma manera, estás cultivando y edificando a tus hijos, y todo tu esfuerzo y sacrificio darán sus frutos. El presente requiere tu paciencia resistente. Los hijos tienen la increíble capacidad de probar el nivel de paciencia de sus padres con el tono, la desobediencia, la irresponsabilidad o la falta de respeto. A veces, los padres se enojan tanto que dicen o hacen algo en el calor del momento que daña los corazones y las mentes jóvenes. El impacto puede dejar una profunda cicatriz por muchos años. No debemos perder los estribos frene a nuestros hijos. Ver que controlamos nuestro enojo les enseña a controlar el propio. La escritura declara: “si se enojan no pequen” (Ef.4.26). A veces el enojo está justificado, pero nunca debemos dejar que se desborde. La disciplina y la corrección deben dispensarse con sabiduría y siempre después de demostrar paciencia con amor. El amor decide contenerse. El amor controla tus emociones en lugar de permitir que te dominen. Te desafía a desarrollar paciencia en lugar de estallar por cualquier cosa. Si reaccionas en forma apresurada, el amor te recuerda que debes humillarte y pedir perdón con rapidez, reconociendo todo lo que está en juego. La ira, por otro lado, es cruel (Pr 27.4). Divide y aísla. Nos debilita y hiere a los demás. Nos hace comportarnos de maneras insensatas y deplorables. Casi nunca mejora las cosas y suele generar problemas adicionales. A veces, el enojo está arraigado en nuestro propio pecado o hipocresía. Lo que más nos enoja de nuestros hijos son las mismas áreas de debilidad con las que luchamos. La  paciencia  siempre  es  bien  recibida.  Les  da  a  las  personas  más  tiempo  para  resolver  sus problemas. Con gracia, disipa el conflicto antes de que el problema se intensifique. Susurra paz a situaciones que están al borde de explotar. No es una forma general de tolerancia que pasa por alto cualquier cosa, sino más bien un inspector sabio de la situación, que permite que se den los pasos necesarios. En la crianza, hace falta actuar contra la indiferencia y la rebeldía, pero distinguir entre la verdadera rebelión y lo que puede ser ignorancia infantil. Nuestros hijos no piensan como nosotros, entonces, ¿por qué esperamos que actúen como nosotros? Debemos tener en cuenta sus circunstancias, su edad y su nivel de madurez. Así que, en lugar de enardecerte y derribar, deja que el amor te calme. Entonces, podrás edificarlos. Cuanto más paciente seas hoy, más victorias podrás celebrar mañana.

Desafio

Escribe las palabras “El amor es paciente” en una tarjeta y pégala por un tiempo en tu espejo o sobre la heladera. Cuando la veas durante las próximas semanas, proponte demostrar paciencia todo el día, como una mayor muestra de tu amor por tus hijos. Has una marca aquí cuando hayas completado el desafío de hoy.                        ¿Recordaste alguna situación en la que podrías haber demostrado más paciencia? ¿Sucedió alguna situación en la que podrías hacer  demostrado más paciencia? ¿Sucedió algo hoy que te dio la oportunidad de ejercer paciencia?

..el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente… (Santiago 5.7)

 

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