Día 32
“Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja…” (Proverbios 21:5)
El amor suele exigir que actuemos de un momento a otro. Surgen problemas.
Explota un conflicto. Los sucesos del día dan un giro inesperado.
Así que, improvisamos sobre la marcha. Vemos que nuestros hijos tienen una crisis y
respondemos con rapidez para resolverla.
Pero el amor también es prudente. Se anticipa y minimiza las consecuencias posibles al
hacer proyectos estratégicos.
Queremos que nuestros hijos estén listos para la vida, no que simplemente vayan reaccionando.
Que estén expectantes y no desinformados, seguros y no confundidos.
Que sepan qué camino tomar y no estén adivinando. Así que, antes de cada nueva etapa y
transición importante en sus vidas, busca oportunidades para sentarte a explicarles lo que se
viene y arrojar luz sobre cualquier misterio que haya en sus mentes jóvenes.
Algunas de tus preparaciones deberían girar alrededor de ocasiones importantes en la vida
familiar,(un funeral, una boda).
Otros momentos significativos son los ritos de transición,(introducción a la juventud)
Entrelazados con estos hitos, hay otras obligaciones para las que debemos preparar bien a
nuestros hijos: la pubertad, el primer trabajo, la graduación, la ida del hogar y el casamiento.
Los padres suelen rehuir ciertos temas. Pero el amor solo le importa el futuro bienestar de
nuestros hijos, y sabe que necesitan que alguien los prepare con todo lo necesario para
tomar decisiones sabias, asumir compromisos morales y temer una visión saludable y
cristocéntrica respecto a las tentaciones, las oportunidades y los desafíos que enfrentarán.
El amor les debe a nuestros hijos el regalo de la verdad.
El don de espigar de nuestra propia historia y observaciones en vez de tener que conducir en
la oscuridad y esperar lo mejor.
El presente de ver cómo la sabiduría y la Palabra de Dios siempre trazarán un camino mejor
y seguro hacia el respeto personal y el verdadero amor.
Estas conversaciones no son encuentros de una sola vez con nuestros hijos, para no volver a
hablar del asunto y hacer como si nunca hubieran sucedido.
Tienen que crecer y desarrollarse. Estás preparándolos para la vida. Para el éxito en todo
sentido.
El desafío de hoy
Has una marca aquí cuando hayas completado el desafío de hoy.____________
¿Para qué conversaciones están listos tus hijos en este momento?
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¿Cuáles tienen que esperar un poco, sin ser olvidadas?
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. . . Construid, construid, preparad el camino, quitad los obstáculos del camino de mi pueblo.
(Isaías 57:14)