LA EFECTIVIDAD DE LA VIDA CRISTIANA

Lunes 26 de Febrero del 2018
Jonás | Apocalipsis 10
“Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: —Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino.”— Mateo 15:32

Después que Jesús había dejado la región de Tiro y Sidón, en su viaje de regreso a Galilea, grandes multitudes lo siguieron hasta la montaña, donde Él sanó a muchos enfermos, cojos, ciegos y mudos. La multitud había permanecido allí durante tres días con Él y no habían comido nada. Fue en este momento cuando se llevó a cabo la alimentación de los cuatro mil, y es una reminiscencia de la alimentación de los cinco mil que Jesús había hecho antes, también a lo largo del Mar de Galilea, pero en un lugar diferente.

La alimentación de los cuatro mil ocurrió en un lugar remoto, probablemente la deshabitada región del desierto, hacia el sur o sureste del lago, y donde probablemente la mayoría de las personas, eran de origen gentil. Jesús quiso darles de comer y en este sentido, “Los discípulos objetaron: — ¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta multitud?” (Mateo 15:33). Los discípulos habían sido incapaces de apropiarse de la suficiencia de Dios en la alimentación previa de los cinco mil y todavía no comprendían la suficiencia de Dios. Contrariamente a lo que se esperaba, los discípulos, nuevamente habían recurrido a la misma táctica de confiar y contar con sus propios recursos, lo que los llevó a la inevitable conclusión que eran insuficientes.
Cuando Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tienen? ellos respondieron tímidamente, “—Siete, y unos pocos pescaditos.” (Mateo 15:34). Jesús le dijo a la gente que se sentara, y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos, quienes a su vez los distribuyeron entre la gente. Para sorpresa de los discípulos, una vez más, “todos comieron hasta quedar satisfechos. Después los discípulos recogieron siete cestas llenas de pedazos que sobraron.” (Mateo 15:37). El procedimiento de Jesús, nuevamente fue dar gracias, en reconocimiento de Su dependencia de Su Padre. Los panes y los peces no se multiplicaron en una enorme pila delante de Él, para luego ser distribuidos. La multiplicación ocurrió al moverse en completa dependencia de Su Padre y con la plena seguridad que era Su Padre obrando y distribuyendo los alimentos.

Involucrado en lo anterior, encontramos un principio esencial de la vida espiritual. No podemos experimentar la obra y la suficiencia de Dios por fuera de la obediencia a Él, la cual viene por fe. (Romanos 1:5). Podemos estar de acuerdo con la teoría de la voluntad y la suficiencia de Dios de intervenir en nuestros asuntos, pero no vamos a experimentar la realidad de la misma sin dar pasos de obediencia. Ésta es la obediencia derivada de la creencia en Dios. La efectividad de nuestra vida cristiana implica tomar riesgos y reposar en la seguridad de la total suficiencia de Dios para todo lo que Él nos ha llamado a hacer.
ORACIÓN: Amado Señor, infunde en mí la certeza de Tu suficiencia, en todas las circunstancias, de manera que yo siempre dé pasos de obediencia a Ti. Gracias Señor.
PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy reposando en la suficiencia de Dios, en todo lo que Él me ha llamado a hacer?

THE EFFECTIVENESS OF THE CHRISTIAN LIFE
Monday February 26th , 2018
Jonas | Revelation 10
“Jesus called his disciples and said to them:-I feel compassion for these people because they have three days with me and have nothing to eat.” I don’t dismiss them without eating, lest they faint on the way.”-Matthew 15:32

After that Jesus had left the region of tyre and Sidon, in his journey back to Galilee, large crowds followed him up the mountain, where he healed many sick, lame, blind, and dumb. The crowd remained there for three days with him and had not eaten anything. It was at this time when the feeding of the four thousand was carried out, and is reminiscent of the feeding of the five thousand that Jesus had done before, also along the sea of Galilee, but in a different place.

The feeding of the four thousand probably occurred in a remote area, the uninhabited region of the desert, towards the South or Southeast of the Lake, and where the majority of the people, were probably of Gentile origin. Jesus wanted to feed them and in this sense, “objected to the disciples:-where we could get in this deserted place enough bread to feed all this crowd?” (Matthew 15:33). The disciples had been unable to appropriate God’s sufficiency prior feeding of the five thousand and still did not understand God’s sufficiency. Contrary to what was expected, the disciples, had again resorted to the same tactic of trust and rely on their own resources, which led to the inevitable conclusion that it was insufficient.
When Jesus asked them: do many loaves have? They said timidly, “-seven, and a few small fish.” (Matthew 15:34). Jesus told the people to sit, and taking the seven loaves and the fishes, gave thanks, broke them and he was giving them to the disciples, who in turn distributed them among the people. To the surprise of the disciples, one more time, “all ate until satisfied. Then the disciples picked up seven baskets full of pieces that were left over.” (Matthew 15:37). The procedure of Jesus, was again giving thanks, in recognition of his dependence on his father. The loaves and fishes not multiplied into a huge pile in front of him, to then be distributed. Multiplication took place to move in full dependence on his father and with the full assurance that it was his father at work and distributing food.

Involved in the above, we find a fundamental principle of the spiritual life. We can not experience the work and God’s sufficiency for out of obedience to it, which comes by faith. (Romans 1:5). We can agree with the theory of the will and the sufficiency of God intervene in our affairs, but we are not going to experience the reality of it without taking steps of obedience. This is the obedience for belief in God. The effectiveness of our Christian life involves taking risks and rest in the security of the total adequacy of God for all that he has called us to do.
Prayer: Amado Señor, infused in me the certainty of your sufficiency, in all circumstances, so I always take steps of obedience to Ti. Thank you Lord.
TO think: Do I’m resting on the sufficiency of God, in whatever way he has called me to do?

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