ADMITIENDO QUE NOS NECESITAMOS UNOS A OTROS

DIA 15

“También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás”. Romanos 12:5

Necesitamos unos de otros.

Recientemente salió una noticia sobre Jum Sulkers, un residente de Winnipeg-Manitoba, quien murió en su cama y permaneció allí durante dos años hasta que sus vecinos descubrieron su cadáver. Jim había vivido en ese lugar durante 20 años pero nadie lo echó de menos.

¿Por qué somos tan reacios a admitir nuestra necesidad de otros? Existen dos razones poderosas para esto:

Primero. Nuestra cultura admira el individualismo. Admiramos a quienes son independientes y autosuficientes pues aparentemente pueden lograr todo por sí mismos. Pero la triste realidad, es que debajo de esta apariencia tan confiada que estas personas muestran hay una persona cargada de soledad e inseguridad cuyo corazón está lleno de dolor. La soledad es al más común de las enfermedades en el mundo. Aun así continuamos construyendo barreras en lugar de puentes entre nosotros.

Segundo. Tenemos orgullo. Muchas personas, especialmente los hombres, piensan que es una debilidad pedir ayuda o expresar una necesidad.

Pero no debemos, sentirnos avergonzados en admitir que necesitamos de otros. Dios nos creo de esa manera.

El quiere que sus hijos dependan unos de otros.

En el libro “Una vida con Propósito” aprendimos que Dios quiere que experimentemos la vidas juntos. Fuimos diseñados para relacionarnos. Fuimos formados para vivir en compañerismo, creados para vivir en la familia de Dios y formados para vivir en comunidad. No es la voluntad de Dios que vayas por la vida al margen de los demás. Aun en el ambiente perfecto del Edén. Dios dijo: “No es bueno que el hombre este solo” Génesis 2:18

A Dios no le agrada que vivamos en soledad. Esto no significa que todos tienen que casarse, sino que todos necesitan una familia espiritual; Dios creo la Iglesia. Cuando Dios te salva y te adopta en su familia, Él entrelaza tu vida con la vida de otros creyentes. Tú no solo eres un creyente, tú perteneces al cuerpo

de Cristo, (1 Corintios 12:27) “Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo”. La palabra “Cuerpo” es usada frecuentemente para describir a un grupo de personas conectadas para un propósito. En la escuela tú eras parte de un cuerpo estudiantil. Los políticos elegidos por el pueblo forman cuerpos legislativos. Pero  cuando Dios llama a la Iglesia “El cuerpo de Cristo” El tiene en mente un cuerpo humano donde cada parte está interconectada y es al mismo tiempo independiente. También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás (Romanos 12:5) Y, como las partes de un cuerpo activo, es imposible para los creyentes crecer espiritualmente sin contar con los otros miembros. “El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”. Ni puede la cabeza decirles a los pies: “No te necesito”.  (1 Corintios 12:21)

Tú debes estar conectado al compañerismo de una Iglesia para sobrevivir espiritualmente. Más que esto, necesitas estar en un grupo pequeño de personas donde tú puedas amar y ser amado, servir y ser servido, compartir lo que estás aprendiendo y aprender de otros. No puedes hacer esto en un grupo de mucha gente. Necesitas un grupo pequeño. Ya que somos llamados por Dios a vivir en compañerismo, esta semana veremos algunas formas para construir el compañerismo que necesitamos con nuestros hermanos y hermanas en la familia de Dios. El primer paso es aceptar que nos necesitamos unos a otros, viviendo como si nuestras vidas espirituales dependieran de los demás. Porque así es efectivamente. “Ámense los  unos  a los otros  con  amor  fraternal, respetándose  y honrándose mutuamente” (Romanos 12:10). Vivir en comunidad requiere humildad. Debemos recordar continuamente que nos pertenecemos unos a otros y necesitamos de los demás.

PARA MEDITAR

Necesito de otros creyentes en mi vida y ellos me necesitan también.

VERSÍCULO PARA RECORDAR

“También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás”. Romanos 12:5

PREGUNTA PARA CONSIDERAR

¿Qué puede estar impidiendo que tengas un compromiso más profundo con tu grupo pequeño?

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