ORANDO  JUNTOS

DIA 38

“Todos ellos perseveraban en la oración…” Hechos 1:14 (Latinoamericana)

Dios quiso que nuestra oración sea una prioridad, no una posdata.

En muchas iglesias y grupos pequeños, la oración es como el canto del himno nacional en un acontecimiento deportivo: No pensaríamos en comenzar sin él, pero tiene poca importancia para el acontecimiento principal. Los antiguos cristianos “Eran un grupo muy unido, y siempre oraban juntos” (Hechos 1:14, LBLA). La Biblia dice que tenemos que dedicarnos a la oración, “Velando en ella con acción de gracias” (Colosenses 4:2, RV).

La oración invita la presencia y el poder de Dios en nuestras circunstancias y en nuestra vida de grupo. La mayoría de nosotros sabemos que esto es cierto, aun así cuando se trata de llevarlo a la práctica, la oración es marginada. Muchos cristianos viven sentimientos de culpa e insuficiencia debido a la pobreza de su vida en oración.

Pero seamos honestos, el ser fieles a la oración y el aprender a orar juntos no es fácil. Es interesante que el único momento en que los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara algo fue cuando dijeron: “Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1, NVI).

Aquí hay cuatro sugerencias prácticas que energizaran la oración en tu grupo pequeño:

Primero, haz de la oración una prioridad en tu grupo pequeño. En Hechos capítulo 4, cuando los apóstoles fueron injustamente arrestados, puestos en prisión y amenazados, no organizaron una protesta, no iniciaron una campaña de envío de cartas por correspondencia, no usaron de sus habilidades políticas; a cambio convocaron a una reunión de oración. Pronto el lugar donde ellos oraban temblaba literalmente con el poder de Dios. Detente por un momento y considera el hecho de que el Dios del universo quiere oír de ti y de tu pequeño grupo.

“Porque, ¿Qué nación grande hay que tenga un Dios tan cerca de ella como está el SEÑOR nuestro Dios siempre que le invocamos?” (Deuteronomio 4:7, LBLA). La Biblia también dice que podemos entrar confiadamente en su presencia sabiendo el Él es el Padre bueno que se deleita en satisfacer las necesidades   de sus hijos.  “Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama”. (Hebreos 4:16, LBLA).

Piensa ¿Qué podría pasar si tu grupo hiciera de la Oración una prioridad? Esta podría ser una buena pregunta de discusión para tu grupo. También, ¿Cómo puedes ayudar a tu grupo a ampliar su visión de la oración?

Segundo, haz que cada uno participe en la oración   grupal. Hay gran poder en orar unos por otros, pero también en orar unos con otros. Si tu grupo es como muchos, de seguro hay dos o tres personas quienes se sienten muy a gusto orando en voz alta. Así que no pasará mucho para que se espere silenciosamente que estos integrantes del grupo sean quienes oren.

Si tu grupo realmente va a entrar en lo que es la oración grupal, es importante tener a todos involucrados en esto.Si eres alguien que no se siente cómodo orando en grupo, aquí hay algunos pasos a seguir:

Empieza con algo pequeño: Tu primer paso podría no terminar la reunión con una oración típica. Tu primer paso sería orar con una sola y sencilla frase.

Sé tu mismo. No necesitas usar una voz especial o ciertas palabras. Sólo habla con Dios como si hablases con un buen amigo. No hay una “manera correcta” de orar.

Concéntrate en el Señor, y no en otros. Después de todo estás orando a Dios. A Él le importa tu corazón, no la elocuencia de tus palabras.

Tercero, comparte tus verdaderas necesidades con el grupo de oración. Esta es una de las grandes ventajas de orar en grupo pequeño. En un culto de adoración de fin de semana o reunión de oración con personas que no conocemos, es improbable que compartamos nuestras necesidades mas profundas para orar. Sin embargo cuando estamos en un círculo más íntimo de amigos que nos aman, somos más abiertos a compartir nuestras verdaderas necesidades. Solamente cuando compartimos, nuestro grupo podrá orar específicamente, ayudándonos a ver la respuesta específica de Dios.

Cuarto, aprender a orar “en el momento”. Cuando alguien comparte una necesidad, una crisis, o algún motivo de alabanza a Dios, adquiere el hábito de detenerse en ese instante y orar allí mismo. Las lágrimas de algunas personas son casi siempre  la invitación de Dios para que tu grupo se detenga y ore. Algunas veces lo más importante que pueden hacer como grupo es reunirse cariñosamente alrededor de la persona en necesidad y orar por él o por ella.

Orar juntos es uno de los grandes privilegios que tenemos como miembros de la Comunidad de  Cristo. Seamos personas que tomemos plena ventaja de este privilegio.

PARA MEDITAR

Conforme oren juntos como grupo, tu fe será fortalecida  y verá el poder de Dios manifestarse.

VERSÍCULO PARA RECORDAR

“Todos ellos perseveraban juntos en la oración…” Hechos 1:14 (Latinoamericana)

PREGUNTA PARA CONSIDERAR

¿Qué tan alta es la prioridad de la oración en la vida de tu grupo?

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