DIA 2
«Este mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.« Juan 13:34
Amar es un acto de nuestra voluntad. Dios nos dice que debemos decidir amarnos unos a otros. Debemos amar a los hermanos sin tener en cuenta lo que sentimos hacia ellos o cuan antipáticos parezcan ser. No importa cuán difícil se considere esto, debemos amar de manera activa, consciente y profundamente a los hermanos que Dios trae a nuestras vidas, a nuestras congregaciones, y/o nuestros grupos. Amar es un mandamiento.La decisión de amar es un acto de obediencia. Dios considera que el amarnos unos a otros es tan importante que debemos hacerlo (1 Juan 4:21 ). El apóstol Juan constantemente describe al amor y a la obediencia como sinónimos: si tu amas a Jesús, tu obedecerás sus mandamientos. (Juan 14:15, 23-24; 15:12, 14,17; 1Juan 2:3; 5:3; 2 Juan 1:6). Por qué la obediencia está relacionada con el amor? Porque refleja la unidad entre los creyentes con un mismo espíritu dentro de nuestras congregaciones que es el fundamento para el trabajo en el reino: “Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros”. (1Juan 3:11). Cristo rompe el mito que dice:“que el amor se basa en pensamientos agradables o en expresiones excesivas de sentimientos”. Él nos lleva a una definición del amor al más alto nivel, donde la conducta y la fe se combina en una acción santa. El amor no es una relación romántica de colegio o una relación que surja por compatibilidad, en vez de esto el verdadero amor es y siempre seguirá siendo, como cuando una madre tropieza con la cuna de su bebé por quinta vez en una noche, o cuando el pasajero de una nave que se hunde, cede su lugar a otro en un bote salvavidas para salvarlo. El amor es Cristo muriendo en la cruz por nosotros, mientras nos encontrábamos perdidos en nuestros pecados: (véase Romanos 5:8). Jesús quiere que veamos a la gente como a niños de Dios altamente valiosos, dignos de nuestro tiempo, atención y energía. Como miembros de la familia de Dios, debemos decidir amar, no a quien amar. El amor necesita de una comunidad. Nosotros no podemos obedecer los mandamientos de Cristo aislados. Tenemos que estar conectados a otros para amarnos unos a otros. Al estar en comunidad nos fuerza a renunciar a nuestras“relaciones fantasiosas” que son un lugar donde es fácil llevarnos bien con los que conocemos, y donde todo conflicto se resuelve en armonía. Dios nos ha diseñado a cada uno de forma diferente y el sabe que cada uno trae su propia perspectiva y necesidad a la comunidad. Las heridas, los hábitos y los complejos que se traen al grupo, son factores potenciales para el conflicto, pero Dios utilizará el conflicto para ayudarnos a creer en Cristo. El amor implica altos estándares. Jesús dijo que debemos comportarnos entre nosotros de la manera como Él lo hizo con nosotros. El amor de Cristo es generoso, sacrificial, y sometido a la voluntad del Padre. Su nivel de amor es personal extendiéndose hacia los impíos, mirando por encima de sus faltas y las profundas necesidades de sus corazones. Su estándar de amor es tan asombroso que sólo podemos alcanzarlo adaptando fielmente Gálatas 2:20: “Ya no solo soy yo quien se ama, si no que Cristo ama en mi a los demás.” Y esta persona antipática que ahora amo, lo amo por la fe en el Hijo de Dios, el cual la amó primero y se dio a sí mismo por esa persona que yo veo como indigna de amor.
Por último: como una comunidad de creyentes guiados por propósito, nuestro amor no deberá ser medido por el mínimo de lo que podemos hacer, ni debe ser limitado a sólo los que se lo merecen. Nuestro estándar del amor verdadero es Dios “…nos amo y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados…..Ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros”. (1Juan 4:10-11)
PARA MEDITAR Amar es un acto de nuestra voluntad
VERSÍCULO PARA RECORDAR “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.”. Juan 13:34
PREGUNTA PARA CONSIDERAR ¿Cómo puedes mostrar ahora el generoso amor de Cristo a una persona antipática?