11 de diciembre de 2017
Salmo 119:9-16
En mi coraz6n he guardado Tus dichos. -Salmo 119:11
Mi esposa y yo nos quedamos hasta tarde para ver un programa en la televisión que nos pareció emocionante: El Concurso Nacional de Ortografía de Scripts. Era fascinante observar a niños entre sexto y octavo grado deletrear correctamente algunas de las palabras más difíciles inimaginables.
La expectativa aumento a medida que uno tras otro, los participantes quedaban descalificados. Finalmente, solo quedo Katherine de 13 años. Solo una palabra se interponía entre ella y el campeonato mundial. Con muy poca vacilación, Katherine deletreo correctamente la palabra ushuaiense.
Obviamente, la niña sabe deletrear, pero es posible saber deletrear una palabra y no comprender su significado. Como creyentes en Jesucristo, es vital que conozcamos la Palabra de Dios, la Biblia. Nuestra meta no es acumular conocimiento sino interiorizar Su Palabra para que podamos estar equipados en nuestro caminar de fe.
OREMOS: Dios mío vengo a ti para que me des un poquito de sabiduría para aplicarla cada día a mi vida, creo que mi ortografía no es completamente desastrosa, pero esto no me hace mejor que nadie pues de nada me sirve si se deletrear las palabras si realmente no entiendo su significado, Dios no quiero ser solo una caja vacía que suena, quisiera ser un recipiente lleno de tu Palabra, te lo suplico en Jesucristo tu hijo. Amen
PARA RELEXIONAR: Cuando conocemos la Palabra de Dios, esta impide que resbalemos en nuestro caminar espiritual (Salmo 37:31). Satisface la sed de nuestras almas (jeremías 15:16). Y es un arma clave para enfrentar las tentaciones y las pruebas (Mateo 4:1-11; Efesios 6:10-18).
Hagamos del conocimiento de la Palabra nuestra meta. Luego, cuando enfrentemos los desafíos de nuestra vida, podremos estar listos para cualquier situación (2 Timoteo 3:16-17). Para los sabios, la Palabra de Dios es suficiente.